Fotografía: Mercedes Albizua |
“Ya desde niños es connatural a los
hombres el reproducir imitativamente ..." Aristóteles
"Consentire est tacere cum possis arguere"
(Consentir es callar cuando podrías refutar) -
Glosa a la
epístola a los romanos de San Pablo
Cada nuevo ciclo que comenzamos, ya sea
el nuevo año, el nuevo curso escolar o simplemente una continuación tras un
período de descanso, puede que lo hagamos con algunos nuevos propósitos. Hemos
podido aprovechar este tiempo como parada reflexiva, puede que hayamos hecho
análisis del ciclo anterior y que hayamos podido detectar acciones de mejora y
planteamientos de nuevas formas de hacer.
Con nuestras acciones, actitudes y
comportamientos somos importantes referentes para diversos grupos de interés
con los que interactuamos de manera habitual.
Planteamos una viñeta que se desarrolla
en la escuela infantil en la que trabaja Sofía, nombre ficticio que usamos para
preservar la identidad de una de nuestras clientes de Coaching, en un día
cualquiera de su actividad.
El
proyecto educativo de esta escuela se basa en algunos de los siguientes
objetivos pedagógicos:
Educar en valores mediante la realización de acciones concretas promoviendo respeto, solidaridad, confianza, generosidad, ...
Educar en la importancia de compartir y respetar a quienes tienen a su alrededor, previendo las consecuencias de su comportamiento.
Desarrollar hábitos de trabajo en equipo para fomentar la mutua colaboración y la solidaridad entre los alumnos: aprendizaje interactivo...
Se trata de un aula con 10 niños de entre
2 y 3 años. Las responsables de este grupo son Lorena (tutora) y Sofía (ATE -
auxiliar técnico educativo).
Las funciones de Lorena son las propias
del tutor educador infantil, desarrolla las actividades programadas, diseña
estrategias de actuación con las familias, da respuesta a las necesidades de
los niños, evalúa el proceso de intervención y resultados obtenidos...
Las de Sofía son las de dar soporte a
Lorena en todo lo que necesite para el correcto desarrollo de las actividades
de la clase. Además, es la responsable de fomentar hábitos de higiene personal,
posturales y de control de esfínteres, preparar el material para la realización
de diversas actividades, hacer los traslados pertinentes hacia los distintos
espacios escolares de los niños que así lo necesiten, realizar el cambio de
pañales, la limpieza y el aseo de los niños, ...
Las características propias del trabajo
de las personas en este tipo de centros y su colaboración en la dinámica
escolar, hacen que se establezca una estrecha relación entre todos los agentes
educativos.
La realización de todas estas actividades
requiere un alto grado de coordinación entre ambas compañeras, para conseguir
que los niños sean partícipes y conscientes de su propia educación y puedan
alcanzar con éxito los objetivos marcados en el proyecto educativo.
Ilustración: T. Román |
Esto es lo que me comentaba Sofía en una
de nuestras sesiones de Coaching:
"Eran las 14:50 y Lorena estaba observando
cómo se desarrollaban las actividades que realizaban los niños en el aula. Se dio
cuenta de que era casi mi hora de salir y me recordó que a las 15:30 venía el
fotógrafo para hacer las fotos de Navidad. Ayer me comentó que dejase a los
niños peinados y arreglados antes de irme a las 3 y se me había olvidado con
tanto trajín.
-Sofía, ¿se te ha olvidado que hoy viene
el fotógrafo? Ya son casi las 3.-me dijo Lorena.
Yo estaba recogiendo otras cosas y no me
había dado cuenta de lo tarde que era. No podía quedarme más tarde de las 3 porque
tenía una cita. Me puse a arreglar a los niños inmediatamente, pero me di
cuenta de que si no le pedía ayuda a Lorena no saldría a tiempo.
-Lorena -le pedí-, por favor, ¿me puedes
echar un cable? se me ha ido el santo al cielo, menos mal que me lo has
recordado. Hoy tengo una cita y no me puedo quedar más de las 3.
Lorena no contestó y siguió mirando a los
niños. Pensé que no me había oído y volví a hacerle la petición asegurándome
esta vez de que me oyese. Lorena se puso tensa, se giró y llamó la atención a
Pablo que estaba quitándole un juguete a Gloria sin habérselo pedido antes.
En ese momento me di cuenta de que me
estaba empezando a poner nerviosa y enfadada. No esperaba esta reacción de mi
compañera... Pensé rápidamente cómo solucionar el tema y le dije a Lorena que tenía
que salir un momento para hacer una llamada a la persona con la que había
quedado para decirle que me retrasaría. Al regresar, vi a Lorena peinando a Gloria
y me dijo:
-Ya puedes irte que ya estoy arreglando yo a los niños.
-No hace falta, gracias, acabo de llamar para decir que me
retraso.
-Bueno, pero ya lo estoy haciendo yo, así que te puedes marchar.
Fotografía: T. Román |
Decidí continuar peinando a los niños
hasta terminar con todos. La verdad es que me quedé desconcertada ante la
reacción de Lorena, que no acababa de entender."
El lenguaje corporal de Sofía mientras me
relataba el suceso, denotaba nerviosismo, apretándose las manos de vez en
cuando.
-Y ¿si fueras Lorena? - le pregunté durante la sesión de
Coaching-
-Yo no tendría miedo de mí - contestó.
-Miedo ¿de qué?
-Pues es que creo que puede tener miedo de que le quite el
puesto. Soy técnico también. Acabo de entrar como auxiliar; y ya me han dicho
en varias ocasiones que les gusta como trabajo, que soy proactiva -tengo
experiencia, han sido muchos años trabajando con niños-. Yo solo quiero
trabajar. Además, ella es muy amiga de una persona de peso en la empresa... no
sé... ¡Ayer tenía miedo por si al día siguiente me llamaban la atención por
haber tenido el morro de haberle pedido que me ayudase! Afortunadamente nadie
me dijo nada y todo parecía normal, pero no me gustó cómo se comportó Lorena.
-¿Hablaste con ella?
-No, no me he atrevido.
-Y si lo hicieras ¿qué le dirías?
Fotografía: T. Román |
-Que me gustaría saber qué fue lo que le pasó o qué tiene contra
mí. Pero lo he intentado en dos ocasiones y no ha habido forma; es como si se
imaginase de lo que quiero hablar y cambia el tema acordándose de algo urgente
que hacer.
Mira, la semana pasada
uno de los niños, Pablo, había faltado la semana entera porque se había muerto
su abuelito y se fueron al pueblo. Cuando volvió el lunes, estaba tristón y no
parecía querer jugar. En el recreo noto que me coge de la mano y me mira como
pidiéndome permiso para hacerlo. Lorena me vio y me dijo delante de Pablo que
no tenía que consentirle tanto, que le mandase a jugar con otros niños.
Me
sentí fatal, pero no fui capaz de decirle nada. Miré a Pablo y le señalé un
grupo de niños para que fuese a jugar con ellos.
Dos
días después Gloria vino llorando desconsolada con un rasguño en la pierna sin
mucha importancia porque Álvaro la había empujado. La cogí en brazos para
consolarla y que me contase qué había pasado. También Lorena me llamó la
atención por cogerla en brazos "se acostumbra y te está tomando el
pelo". Tampoco dije nada, bajé a Gloria al suelo y le indiqué que volviera
a jugar al patio.
Muchas veces nos encontramos ante
situaciones que nos generan malestar y ante las cuales nos quedamos bloqueados,
como era el caso de Sofía. Contrariamente a lo que deseamos, nuestro bloqueo -o
ceder ante la incapacidad de afrontar una situación, entender y exponer aquello
que nos está molestando-, termina por reforzar la situación, terminamos siendo
cómplices de la situación que nos genera malestar. En el caso de Sofía, parte
de su trabajo de coaching tuvo que ver con explorar aquellos aspectos de
Lorena, así como otros tantos elementos personales (miedos, expectativas…) que
entraban en juego y que podían bloquearla, haciéndola por tanto, partícipe de
una situación que contrariaba sus principios como educadora.
Una vez que Sofía accede a esta
comprensión, tiene más capacidad para superar el bloqueo inicial que le impone
la situación. Esto además, permite sanar el conflicto interno entre lo que cree
que debe hacer y lo que en realidad hace y, de alguna u otra forma, transmite a
Lorena un mensaje más consistente, haciéndole más difícil que se reafirme en su
postura.
Ha sido verdaderamente útil para Sofía
poder comprender los elementos que intervenían en la situación. Entre otras cosas le ha permitido alinearse
de forma más genuina con la filosofía de educación que abandera el centro, así
como sentirse más segura de su propio trabajo, elementos especialmente
importantes en un ambiente tan sensible como lo es un centro educativo, y
vitales de cara a poder proporcionar a los niños un verdadero modelo de
conducta a seguir.
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